Hay dos tipos principales de grasas, la grasa marrón y la grasa blanca, que tienen funciones diferentes. ¿Por qué queremos cambiar la grasa blanca en marrón? La grasa blanca almacena energía en forma de grandes gotas de grasa, mientras que la grasa marrón tiene gotas mucho más pequeñas y está especializada para quemarla, produciendo calor. (La grasa parda es un tejido graso que consume energía para aumentar la temperatura corporal)
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) han descubierto que la exposición a bajas temperaturas aumenta los niveles de una proteína crítica en la formación de grasa parda. Con una exposición extendida, el factor de transcripción Zfp516 también provoca que la grasa blanca, más común en el organismo, se asimile a la grasa parda y aumente su habilitad para quemar energía.
En un estudio realizado en ratones, los científicos han comprobado que aquellos con niveles altos de la proteína Zfp516 ganaron un 30 por ciento menos de peso que los ratones de control tras una dieta con alto contenido graso, estos datos podrían ser importantes no solo para la termogénesis sino también para la regulación del metabolismo o la resistencia a la insulina, según Hei Sook Sul, investigador principal.
"Ha sido observado que las personas que trabajan en el exterior en el norte de Finlandia y que están expuestos a temperaturas frías tienen una cantidad de grasa parda significativa cuando eran comparados con otros trabajadores de la misma edad", ha explicado Sul. "Además, conocemos que las personas obesas tienen niveles más bajos de grasa parda", ha añadido.
Los investigadores estadounidenses han identificado que la proteína Zfp516 activa la proteína UCP1, que solamente se encuentra en la mitocondria de la grasa parda y que forma parte del proceso de generación de calor. "La cantidad de UCP1 producida por células de grasa parda o similares será menor que la de la grasa parda estándar pero puede tener un impacto muy significativo ya que el 90 por ciento de la grasa en el organismo es grasa blanca", ha dicho Sul.
Al aplicar estos descubrimientos en ratones modificados genéticamente para que sobreexpresaran la proteína Zfp516, aquellos roedores alterados ganaron un 30 por ciento menos de peso que el resto de ratones tras una dieta de cuatro semanas con alto contenido graso.
"Esto sugiere que los ratones transgénicos estaban protegidos contra la obesidad inducida por la dieta", ha dicho Sul, que ha asegurado que "esta proteína podría convertirse en un importante objetivo para la investigación de tratamientos contra la obesidad y enfermedades relacionadas con la obesidad.