El virus del Ébola es un "virus envuelto"; lo cual significa que el corazón del virus está rodeado por la capa externa de la lipoproteína. Los virus envueltos como el del Ébola son más susceptibles a la destrucción con una cantidad de agentes físicos y químicos que los virus sin envoltorios de lipoproteína
Agentes físicos/calor
Los agentes físicos que pueden erradicar el virus del Ébola incluyen el calor, la luz solar, la luz ultravioleta, el haz de electrones y los rayos gama.
Matar el virus del Ébola en materiales donde se sospecha que se encuentra o que se encuentra adjunto puede hacerse por medio del calor:
A 60°C (140°F) por 60 minutos;
A 72-80°C (162° - 176°F) por 30 minutos; o
Sumergir el material en agua hirviendo durante cinco minutos.
Esto se puede lograr al presentar materiales sospechosos de estar contaminados con el virus del Ébola para su tratamiento en un autoclave bajo un "ciclo de residuos validados" a 121°C (250°F) durante al menos 30 minutos según la carga y el empaque, calor y tiempo más que suficientes para matar el virus. Los funcionamientos del autoclave deben incluir un control de procesos para demostrar que el ciclo se realizó de manera efectiva. Los ciclos del autoclave deben verificarse con frecuencia y con un indicador biológico (esporas) como una medida de seguridad de calidad para demostrar que los ciclos de los residuos están logrando los resultados deseados.
Otros tratamiento de calor incluyen la incineración. Los incineradores funcionan a temperaturas extremadamente elevadas, muy por encima de las temperaturas relativamente bajas necesarias para matar el virus del Ébola. La incineración debería ser el mejor método para artículos grandes o voluminosos, como los colchones. La incineración que reduce los residuos en cenizas a cualquier temperatura mata el virus del Ébola. La ceniza producida por medio de la incineración NO es nociva con respecto a los patógenos microbianos.
Agentes químicos
Muchos agentes químicos comunes también pueden matar el virus del Ébola. Los agentes químicos que matan el virus del Ébola son la lejía, los detergentes, los solventes, los alcoholes, el amoníaco, los aldehídos, los halógenos, el ácido peracético, los peróxidos, los fenólicos y los compuestos de amoníaco cuaternario.
El virus del Ébola se puede matar con desinfectantes para uso hospitalario (como el cloro) cuando se lo utiliza según las instrucciones de la etiqueta. Se puede utilizar un desinfectante para uso hospitalario registrado en la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental con una etiqueta que indique el uso contra virus no envueltos (por ejemplo, el norovirus, rotavirus, adenovirus, poliovirus) para desinfectar superficies ambientales en salas de pacientes con infección del virus del Ébola presunto o confirmado.
Hay evidencia limitada del contagio del virus del Ébola a través del ambiente o de un objeto inanimado que puede estar contaminado durante el cuidado del paciente con organismos infecciosos y que se utilizan en su transmisión (por ejemplo, barandas de las camas, perillas de las puertas, ropa blanca). No se ha encontrado el virus del Ébola en superficies donde no hay sangre visible en el ambiente del cuidado del paciente. Se debe limpiar y desinfectar regularmente las superficies que se tocan con frecuencia para ayudar a reducir el riesgo de contacto con superficies contaminadas. Además, se deben limpiar y desinfectar inmediatamente los derrames de fluidos biológicos. También se debe agregar desinfectante a los residuos en bolsa.
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